En los últimos años, por razones éticas, económicas o científicas, se ha trabajado mucho para encontrar alternativas a los métodos tradicionales aplicados con fines reguladores.

                 

En la práctica las opciones alternativas disponibles son las siguientes:

1) Evitar la repetición de experimentos. Con estrategias integradas, que posibiliten la disponibilidad de la información y el intercambio de la misma, se podrían conseguir resultados más rápidos, más fiables y contrastados sin perjudicar a los animales.

2) Métodos matemáticos de Predicción.

3) Empleo de organismos sin sistema nervioso central como bacterias, hongos, protozoos, algas y plantas.

                 

4) Métodos in vitro: se pueden emplear cultivos celulares y órganos y tejidos reconstituidos, procedentes de donantes fallecidos. También cultivos primarios de células dispersadas, líneas celulares y transgénicas o sistemas libres de células y células madre, que son aquellas que dan lugar al resto de tipos de células, que se encuentran por ejemplo en el cordón umbilical al nacer.

                 

5)Estudios en personas voluntarias ya se realizan y no suponen ningún riesgo para la salud, ya que se hacen bajo un estricto control. Todo fármaco, antes de lanzarse al mercado debe ser probado en personas.

6) Modelos para la docencia y la formación de estudiante: modelos mecánicos, sistemas audiovisuales y simulaciones por ordenador y de realidades virtuales. Ya existen programas que reproducen el sistema de funcionamiento de los órganos humanos, así como muñecos de látex con sistemas mecánicos.